La realidad no se responsabiliza por la pérdida de tus ilusiones.

18.3.11

Canela para mi té.

Pongamos un espejo, reflejate. Seguís apuntando, por más pactos internacionales que hemos declarado. Mirate. Mirá tus dedos, torcidos y gangrenosos, hartos de imponer penas y aún peor, hacerlas cumplir. Dejá la carrera para ser juez; todos estamos en el estrado de vez en vez.
Cuántos platos sucios. Hay algunos para guardar también. No tengo ganas.
Mi cama está desarmada y mi ropa sin guardar, no hace nada esta señora. Mi zippo tiene mucho olor a bencina y mis libros me miran con los peores ojos.
¿Qué le pasó al pasto? dije que no lo cortaran. Ahora está nuevo, sin historia, sin almohada, sin frazada, y tiene el peor color verde.
Pero volvamos a vos, siempre a vos. A vos, tu corazón lleno de moretones, tus pulmones hechos ceniza, tus articulaciones cansadas de hacer gestos sin sentido y tu garganta que se cae a pedazos de lo hecha mierda que está.
Si, ahora que hay música de fondo es mejor. Parece miel, deja que se deslice por mi traquea el grito ahogado de una Capital Federal desenfrenada. Correr, siempre correr. Gritar, fumar, masticar. Nadie habla, nadie canta.
Hace mucho que quiero ir al parque a leer. Pero no a cualquier parque, sino a ese que tiene el árbol de mi historia. Y quiero que el trayecto sea caminando. Pero no cualquier caminata. Quiero caminar por los cordones de las veredas, impacientando a todos los autos por no estar en el lugar que me pertenece. La calle es tan mia como tuya, imbécil.
Hace frío y hace calor. Hay viento y hay ahogo. El clima está tan histérico como yo. Pero los roles se dieron vuelta, hace mucho que no llueve torrencialmente en mi cabeza. ¡Qué lindo! ¡qué lindo! ¡qué lindo es pasear tocando las hojas de los árboles, con un cigarrillo en la mano y cantando! El problema es que me distraigo mucho. Hay colores y sensaciones en todos lados. Y hay baldosas rotas. Entonces siempre me tropiezo. Siempre desafino, y la nicotina no dura más de dos o tres cuadras.

Ahora que tenemos hilos de diferentes colores y texturas, tejamos una mañana de otoño.

No hay comentarios: