La realidad no se responsabiliza por la pérdida de tus ilusiones.

16.3.11

Bang, bang, bang.

El caño de mi cintura
apunta justo a tu sien.

Paso mis manos por tu piel
con la misma delicadeza que toco el gatillo
sabiendo que,
si llueve en mi mente
y uno de mis dedos resbala,
bang.





Fino cristal.

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