La realidad no se responsabiliza por la pérdida de tus ilusiones.

15.2.11

Tu abrazo cual bisturí.

'Seguí enojada la mayor cantidad de tiempo que puedas, porque el momento en que dejes de estarlo vas a encontrarte con dolor.'
Exijo odiarte. Exijo no querer tu piel, ni tu risa, ni tu respiración. Exijo rociar los recuerdos con vinagre. Echar querosén a tus caricias y prenderlas fuego. Las tuyas y las de todos los demás. No quiero, no quiero, no quiero, no quiero. Vaso de agua; gotita, gotita, gotita, gotita. Derrame. Derrame cerebral. Derrame contenido. Sáquenme de acá, alejate de acá, déjenme sola acá. Patada, patada, patada. Abrazame! no te das cuenta?! Otra patada más, y otra y otra y otra. No! abrazá más fuerte, hasta que no pueda moverme más que para rodear tu cuerpo. Lágrimas, te mojo los hombros. Sollozos, hiperventilación, ansiedad. No puedo parar, me desahogo. Sangra, se limpia, se cura, se cierra, cicatriza. 'Ya está'. No, no está. Te siento; siento tu calor, tu pelo me hace cosquillas. Te siento, volví a sentir. Quiero dormir, pero no te vayas. Quiero despertar, pero no te vayas. No se vaya nadie. O en todo caso, váyanse todos.
Mucho cansancio, se me caen los hombros, los brazos ya tocan el suelo. Me desmayo. Caigo lentamente. Primero las rodillas, luego la cabeza. No dolió tanto, ahora no siento mucho. Pero siento que sólo me socorriste, ya te fuiste. Me cuesta ponerme de pie, manos? alguien? hola?.
Miro al costado y mi vista se topa con un pilón de cenizas, 'se consumió mi cabeza'. Cenizas color crema, cenizas color pasado. Cenizas color renacer.
O que estés acá, también.

No hay comentarios: