Antes de ser el títere descosido
la obra era extremadamente más fácil de actuar,
los personajes más puros,
los sentimientos como cartas sobre la mesa
y los besos estaban limpios de futuro.
Ayer, hoy y mañana eran presente
y se derramaban lentamente como la miel en mi taza.
Caminar, tropezar, reír.
Tan simple como las flores pueden ser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario