La realidad no se responsabiliza por la pérdida de tus ilusiones.

12.2.11

Así.

Necesitás que ame, vamos a amar. Amo tu mirada profunda, me hiela los huesos. Amo tus besos espontáneos, me sacuden y estremesen la espalda. Me fascinan tu calor, sentir tu mano en mi cuerpo, tu cara cerca de la mía. Duermo con tus caricias, erizan de a poquito y con risas tímidas de por medio, toda mi piel.
Y amo, amo el sol. Amo la lluvia, las estrellas. Sólo odio a la luna, roba luz ajena. Amo el pasto en mis pies. Amo las gotas en mis hombros. Amo el cielo, un cálido baño, un eterno abrazo. Amo lo que tengo y lo que no tengo también. Amo las despedidas. Amo los cambios. Amo el desastre, el desorden, la vida. Amo reír, amo llorar. Amo ilusionarme, adoro saber que no tiene razón. Amo al destino que me puso donde estoy hoy. Amo mi pollera azul y mi sweater coral. Amo el brillo. Amo el rosa, magenta, naranja o azul. Amo lo único y lo típico. Amo las imperfecciones y los defectos. Amo pensarte y no volver a tenerte. Amo demasiado, tengo tanto para dar y vos me pedís aún más; ¿no te das cuenta? éste es mi amor. Quizás no es suficiente, pero amo que sea así. Te voy a despedir mil veces más si es necesario, pero amo decirte adiós y sentir que pusiste el candado. Porque ésto fue perfecto tal y como lo vivimos.

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