Try to see it my way

Soy completamente consiente de cuánto puedo llegar a equivocarme. Como así también de saber que no tengo maldad en mis acciones (Ergo=es imposible no equivocarse. La cuestión es porqué).
Soy atea, pero tengo una fé ciega en mis bases(a veces no tan ciega), que me deja sostener bien la espada; día tras día intento dejar a un lado el escudo -es preferible que te lastimen antes de no sentir al otro-.
Sé que tengo arranques de confusión, también de fusión. De euforia y de miedo. Iracunda por momentos (sí, por momentos.), nirvana y des-contracción de los músculos (sólo a veces, por lo que uno vive).
Quiero saber disfrutar hasta de la lágrima de mi mejilla. Una brisa nocturna nunca volvió a ser lo mismo.
Gracias(que palabra hermosa).