La realidad no se responsabiliza por la pérdida de tus ilusiones.

18.7.10

Pudiendo amanecer

Un par de lágrimas más se derraman. Lo crees entender, podés sentirlo en tu piel. El trazo es corto, el rose es un suspiro, quedan pocos segundos antes de que puedas amanecer.
Pero lo perdés; toca tu mano y al instante queda suspendido en una eternidad de necesidades no alcanzadas.
No amaneció. El sol no salió. A ciegas, tanteas las formas inexactas de esta inhumana solución.
Tu cabeza te repite no desistas, hasta el infierno se ilumina. Aprendé a esperar, miles de sensaciones expandirán tus pulmones y llenará de eso que llamamos esperanza a tu cabeza.
Son segundos, ya amanecerás.