El crayón se derrite
el cenicero se apaga
-sigamos la obra
porque el mundo no se acaba.
Te siento en mis manos
me deduzco en tus labios
me encuentro en tu olvido
-y todo esto
porque respiro
Si sigo anidando sueños
promesas
momentos
Si nadie los teje
(sólo se acumulan)
se pierden en mis cajones
los de al lado de mi cama
donde antes estaba tu perfume.
Guardé el lugar de la almohada
que te empeñaste en apropiar
si no es para tu recuerdo
quizás para aquellos sueños
promesas
momentos.
Son esos domingos de sábado
donde la mente poco vuela,
prefiere planear con las alas ya abiertas,
hacia el poéticamente
absurdo
porvenir.
sé que viniste a mi porque aparecí
p o r v en i r.
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