Y el cemento ya no te define, ya no te encierra. Ahora se endurece en tu garganta, eliminando el oxígeno y el mañana.. pero no te importa, pensás que está bien, quizás deba ser así.
El sol no aparece, el calor se hace esperar, amanece con la luna y siento la necesidad de limpiarme con la lluvia. De irme lejos, a otra órvita, donde todo no es tan malo. Mis manos no estarán arrugadas y mis pies dejarán de estar fríos. Mi pecho y mi espalda se liberarán del peso que llevan, junto con mis ojos, que como quien no puede continuar más despierto, se cierran para permitirme no ver la realidad y me resguardan de poder acumular memorias que algún día como hoy, duelan en el alma.
Y el sol no aparece..
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