La realidad no se responsabiliza por la pérdida de tus ilusiones.

10.3.10

El símbolo perdido

-Gracias
Todos guardaron silencio
-La verdad- repitió Solomon, dirigiéndose a la sala-. La verdad es poderosa. Si todos gravitamos hacia ideas familiares, es quizás porque esas ideas son verdaderas... y están inscritas en lo más profundo de nuestro ser. Cuando oímos la verdad, aunque no podamos comprenderla, la sentimos resonar en nuestro interior, la sentimos vibrar al unísono con nuestro saber inconsciente. Posiblemente, la verdad no se aprende, sino que se recuerda... se rememora... se reconoce... como aquello que llevamos dentro.
El silencio en la sala era total.
Solomon dejó que se prolongara un buen rato y después dijo, con voz serena:
-Para terminar, quiero advertirles que nunca es fácil encontrar la verdad. A lo largo de la historia, en todos los períodos de iluminación ha habido una corriente de oscuridad que empujaba en sentido contrario. Así son las leyes de la naturaleza y del equilibrio. Si hoy vemos avanzar la oscuridad en el mundo, hemos de comprender que eso significa que también la luz avanza en igual medida. Estamos en el umbral de una era verdaderamente grandiosa de iluminación, y tenemos la enorme fortuna de vivir en esta época decisiva de la historia. Todos ustedes tienen esa suerte. De todas las personas que han vivido en los diferentes épocas de la historia, nosotros nos encontramos en el breve período que nos permitirá ser testigos de nuestro renacimiento definitivo. Tras milenios de oscuridad, veremos el día en que nuestras ciencias, nuestras mentes e incluso nuestras religiones descubran la verdad.

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